En este contexto ser “verde” no es solo una postura o una moda. Ser “verde” implica tomar conciencia de los peligros que acechan a la Tierra por un manejo irresponsable de sus recursos.
Sin embargo la toma de conciencia implica cambios de hábitos que su salud también le agradecerá como por ejemplo en vez de subir en ascensor a un quinto piso (con el gasto de energía que ello implica) subir por las escaleras lo que le hará quemar calorías y mejorar el funcionamiento de su corazón o ir en bicicleta en vez de manejar, ello le brindará la oportunidad de hacer ejercicio y ahorrar en gasolina, sobre todo ahora que ha subido de precio.
A diario vemos decenas de buses y autos viejos contaminando el ambiente sin que hasta ahora nuestras autoridades hagan nada o muy poco. La inversión que se haga hoy en modernizar el parque automotor y sacar de circulación a esas unidades contaminantes redituará en un aire más limpio, mejores condiciones de salud ambiental y por consiguiente menor gasto en salud pública.