Según las estadísticas más de un 40% de la población sufre estrés y los ejecutivos son los más afectados. Lo que significa que a mayor responsabilidad el estrés es más. Tenemos miedo de no sentirnos bien, de perder la casa, el trabajo, la calidad de vida, tenemos miedo a perder lo que ya tenemos, tenemos miedo a situaciones nuevas, diferentes, a la crisis a una guerra global, miedo a fallarnos a nosotras mismas/os, miedo a la gente…etc…
Es evidente que gran parte del estrés que sufrimos se debe por el miedo que sentimos y como ya sabemos el estrés afecta casi a todas las áreas de nuestra vida, desde el rendimiento en el trabajo, la calidad de nuestras relaciones personales hasta afectando nuestra salud física, mental y emocional. En estados de estrés y depresión nuestras posibilidades de actuar con prudencia e inteligencia son menores, nos volvemos más lentos, más agresivos, menos tolerantes y nuestros mecanismos de defensa natural bajan
Las consecuencias negativas que produce el estrés son múltiples. Son muchos los estudios que confirman que nuestros niveles de bajan y hasta nuestra capacidad de pensar y reaccionar acertadamente se congelan y lo más penoso, el estrés es causante y en otros casos acelera la aparición de la mayoría de las enfermedades.
Es innegable que vivimos en sociedades altamente estresantes y que es inevitable nos ser parte de este mal global; pero tenemos que hacer algo al respeto, en biología se sabe que un organismo tiene dos salidas cuando se enfrenta a un entorno desconocido;
1 estrés malo – algo que disminuye la supervivencia de la especie.
2. estrés bueno – adaptación al nuevo entorno, más evolución de la especie.
Lo interesante es que nosotros los seres humanos podemos elegir y aprender a cómo reaccionar positivamente ante cualquier circunstancia y entorno. Aquietar la mente y aprender a respirar correctamente, sin duda es clave para reducir nuestros niveles de estrés. Además de estas dos formas indicadas, existen por suerte muchas maneras bajar nuestros niveles de estrés de tensión y sentirnos mejor integralmente, toma nota de ellos y ponlos en práctica:
- Aprender a respirar mejor, aprende técnicas de respiración
- Calmar, aquieta la mente
- Ejercicio físico – el mejor ejercicio es la caminata y lo tenemos a mano
- Date un baño tibio y prolongado temprano
- Técnicas de relajación
- Come alimentos que te ayuden a reducir el estrés
- Disfruta de un amanecer y atardecer
- Lee un libro que te guste
- Sal de tu rutina, realiza actividades nuevas
- Aprende a delegar algunas actividades
- Aprende a priorizar, sal de las urgencias y ponle más atención a lo importante
- Decora con plantas tu hogar, tu dormitorio y ten todo en orden
- Procura conocerte mejor y saca lo mejor de ti.
- Aprende todo lo relacionado a la Inteligencia emocional y ponte en acción
- Comunícate mejor y más seguido con tu familia, amigos y en el trabajo
- Realizar un viaje es una excelente terapia y mejor si es al aire libre
- La risa es vital, trata de reír más
- Escucha buena música
- Duerme las horas necesita tu organismo
- Desconéctate y busca el silencio de vez en cuando
Y siempre ten un plan B que te ayudará a salir más rápido de cualquier problema.
Desde mi propia experiencia, la mejor forma de empezar a reducir el estrés es realizar una caminata de dos kilómetros a más interdiario, de preferencia en las mañanas – antes de que empiece el taladrante ruido del tráfago citadino – en paralelo practicar técnicas de relajación y en la noche tener siempre un buen libro a mano y buena música para relajar los sentidos y sentirnos bien. Recuerda que una vida más serena, más relajada y siempre proactiva es la clave no solo para el éxito, sino también para vivir más y mejor…Tú lo mereces, verdad!