“¿La belleza de la Navidad? Me permite hacer un alto en mi loca vida, para compartir y dar gracias.”
Imagino que ya tienes casi todo listo para recibir la noche buena, también te imagino con toda la ansiedad y el estrés que ocasionan estos días prenavideños. Pues bien, en este momento haz un alto y respira profundo, relaja tus músculos siente el latido de tu corazón. Ahora juntas reflexiones acerca de la importancia de estas fechas, asimismo que podemos aportar para que estas fiestas sean realmente un símbolo del amor, de la alegría y de un compartir permanente.
Están a punto de tocar las campanas de la Noche Buena. Al fin aterrizamos en esta noche especial, largamente esperada, entrañable, familiar, regalona y al mismo tiempo, estresante y agotadora.
Entre nos, para mí la navidad en esencia es un encuentro con la familia, con los seres queridos, las amistades, es tregua, es alegría, luces encendidas en al alma y un cálido abrazo sin tiempos.
Que me gusta de estos días prenavideños:
- La posibilidad de compartir una noche larga con la familia. La infinita tertulia a la luz de las velas y al compás de las luces que se irradian desde el árbol y las ventanas.
- El sugerente ritual de la decoración navideña de mi espacio vital que es mi casa. Me encanta esa sensación de desempacar cada adorno, cada imagen, cada guirnalda y el punto focal de la casa, el gran árbol navideño, cuyo significado se remonta a cientos de años atrás, historia que contaré algún día, pero sin falta.
- Me encantan los panettones, las nueces, galletas, y otros dulces alusivos a estas fechas, las consumo mucho antes de la Noche Buena. A pesar de las quejas de mi organismo que gana más calorías y kilos, pero no puedo evadirlos.
- Me encanta ver y sentir como las familias se preparan y adornan sus casas para disfrutar con la familia y las amistades. Los detalles al poner cada adorno en el lugar apropiado. Al margen del costo, siempre lucen bien.
- Me gusta porque son días llenos de planes, de cosas por hacer y amistades con quienes compartir.
- Me gusta ver como muchas familias arman sus nacimientos, con fervor y la ilusión de que el Niño nacerá en ese pesebre preparado con mucho amor y fe. Costumbre que lamentablemente se va perdiendo en cada Navidad.
- Me gusta porque en estos días, muchas personas sacan su lado amable y amigable y comparten con los que menos tienen. Claro esto debe ser parte de la rutina y no parte de una un día.
Que no me gusta de estos días prenavideños:
- Esa declaración a voces, que sin regalo no hay Navidad, dilapidando de esta forma la esencia de esta fiesta de encuentro y amor.
- Detesto ese jaleo estresante y sin parar, en la que se sumergen millones de personas de este planeta para comprar y comprar hasta dejar en cero sus ahorros y tarjetas de crédito. Encandilados por los subliminales anuncios de los centros comerciales, que solo desean vender más.
Me entristece que estas fiestas sean un sinónimo de consumismo, dispendio y exageración en todos los aspectos. Se come hasta reventar y se regala hasta lo que no se tiene.
- No me gusta tener que comprar regalos solo por el hecho de tener que regalar porque es Navidad. No soporto las aglomeraciones en lugares cerrados como las tiendas y mercados donde miles de personas compran al mismo tiempo en un frenesí imparable. Desde hace 5 años hago mis propios regalos, ojo no son materiales y tienen mejores resultados. Regalo mi tiempo, mi alegría y ganas de disfrutar de las cosas simples dela vida.
- No me gusta porque el tráfago citadino se vuelve más insoportable, todos salen al mismo tiempo, el deseo de llegar a casa se torna todo un reto
- Lo que no me gusta de la época navideña es que me produce sentimientos encontrados, al ver que un mismo lugar, ciudad o país hay gente que recibe más de lo que realmente necesita y muchísimos más no tienen ni lo básico para sobrevivir. Dos caras de la moneda en una misma noche, felicidad y tristeza.
En resumen estas fiestas son para disfrutar, para compartir, para darse tregua y cada uno lo hace de la mejor forma que puede. Lo importante es no perder el horizonte, es no dejarse atrapar por lo efímero, por lo superficial, por la luces de bengala, por los regalos. Es tiempo para reflexionar, para darse tregua y ver el verdadero significado de todo lo que sucede en nuestro entorno. Navidad es tiempo de para ser mejores seres humanos, tiempo para conectarnos más uno mismo y los demás. Navidad tiempo de perdón, magia y calor y color.
Un enorme y cálido abrazo de noche buena, sé feliz y has feliz a los tuyos.
Tus amigas de
