La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina la fuerza del hoy.
No queda duda que cada día estamos sometidas a una vida llena de diversas presiones, urgencias, caos, desesperación, bloqueos y demás males que acaban elevado nuestra presión y estrés a niveles a veces peligrosos. ¡Es entonces que para suerte nuestra nuestro organismo nos pide pausa, digo suerte, porque en otros casos no avisa, simplemente explota y ya!!
En esta complicada situación, nuestra vida necesita un reseteo integral y buena disposición para pensar en nosotras mismas y en todo aquello que realmente es importante para nuestra vida y salud y dejar a un lado aquello que nos está llevando a la locura sin retorno.
Hace buenos años escribí sobre este mismo tema y decidí dar prioridad a lo que realmente es importante y en todo aquello que suma y me hace bien, pero nuevamente la realidad me jaquea y me envuelve en esta vorágine de presiones de todo tipo. Obviamente no hay organismo que lo soporte y después de las 4 décadas – todo cuenta y tiene efecto rebote – es por ello que mi organismo empezó a salirse de control. Mi colesterol por las nubes, mi presión como un péndulo sube y baja, mi contractura en su punto más tenso. Como muchas necesito un S.O.S para salir de este círculo vicioso…y claro que lo haré…
Entonces vamos a buscar las ayudas necesarias…
Sabemos que el trabajo es ante todo un esfuerzo de creación y recreación permanente que nos permite desarrollarnos de tantas maneras día a día. A pesar de estos beneficios, ocurre que, por todo el avance de la economía, de las nuevas tecnologías, y dado el creciente número de población que busca laborar, las empresas y/o instituciones exigen cada vez más competencias, más habilidades de los trabajadores.
Es cierto que todo trabajo implica un desgaste en algunos casos más de tipo físico y otros más de carácter mental, lo importante es que cada quien se comprometa con la tarea, se esfuerce por hacerlo mejor y que no pierda de vista la iniciativa, la creatividad, la diligencia el mantenimiento de las buenas relaciones con los compañeros y también la capacidad de afrontar algunas situaciones imprevistas o demandas urgentes.
El problema suele darse cuando estas presiones se hacen de rutina o son parte de la política laboral y, en consecuencia, quienes trabajan se ven obligados a responder a estas o simplemente quedan fuera.
Si una decide quedarse en el trabajo que es lo usual, el costo será hacerse presa del estrés y sus difíciles consecuencias, no solo en el nivel de rendimiento laboral, en las relaciones con los demás y especialmente en la vida familiar, en la salud y el equilibrio emocional.
Se Debe tener claridad que el trabajo con altos niveles de exigencia no siempre o en la mayor parte de casos, no redundará en más posibilidades de ascenso o en mejores estímulos económicos, contrariamente producirá tensión, ansiedad excesiva, mal humor, falta de apetito, insomnio entre.
Por esta razón, es necesario tomar algunas prevenciones, que ayuden a restar los riesgos de la presión laboral, aquí veamos algunos relacionados con nuestros estados psicológicos, con nuestras formas de ver reacción ante distintos estímulos y sucesos.
¿Qué podemos hacer entonces?
- Lo primero será autorregular nuestras emociones, como suelen llamar los psicólogos, controlar, manejar nuestras emociones y nuestro comportamiento: Tolerando el estrés; procurando ver diferentes formas de responder a una situación difícil, manteniendo el optimismo y evitando derrumbarse o flaquear. Mantener la motivación; significa ver lo que se enfrenta de la manera menos negativa. Control de impulsos, es decir, tratar de mantener la calma, las emociones críticas para alcanzar el propósito deseado. Muy probable que lo más importante sea anticiparse, prepararse a los desafíos a enfrentar: conversar con los amigos, compartir, pedir sugerencias.
- Evitar personas o cuestiones estresantes en lo posible, propiciar el buen humor, e imaginar escenarios positivos como respuesta al esfuerzo etc.
- Recomiendan contar rápidamente hasta 10 o inhalar y exhalar por algunos segundos hasta que el cerebro se oxigene y recién iniciar la actividad. De esta forma, se logra bajar el estrés y la tensión.
- Trata de mantener el hábito de leer algo que te guste, te generara disfrute y liberación.
- -Tomar un baño tibio en tanto sea posible te ayudara a distender los músculos y relajarte.
- Escucha música que te distienda o relaje.
- Puedes hacer un viaje sola o con alguien, es otra forma muy interesante de salir de las presiones agobiantes y gratificarse plenamente.
- –Trata de conciliar el sueño en tanto puedas, es una de las mejores terapias. También puedes aprender a cerrar los ojos y “hacer viajes o ubicarte en lugares preferidos” y luego dejar que la mente se encargue de seguir imaginando hasta que desees despertar de tu sueño.
- –Puedes visitar a un buen amigo, salir a ver tiendas o disfrutar de algunas películas que no te ocasiones tensión, practicar algún tipo de arte que tienen un inmenso poder catártico.
- -Como todos sabemos los deportes también nos dan una buena dosis de alegría y salud en general, toma en cuenta. La alimentación igualmente, debe ser nutritiva pero no pesada. (bajo en carbohidratos, carnes rojas, y grasas)
- –De cuando en cuando una evaluación clínica es importante y a lo mejor dialogar con algún facultativo en manejo comportamental, cuando sientes que te cuesta controlar estas situaciones.
- Tomarse unos minutos para platicar con nuestras amistades por las redes sociales, sin perdernos en ese laberinto.
Lo importante es que percibas, identifiques si estas a punto de ocasionarte estados de estrés y te animes a combatirlo o te anticipes para no perder la ilusión de vivir y la de quienes nos quieren.
Definitivamente hay muchas formas de combatir el estrés, Talvez una de las mejores herramientas es que TU PIENSES QUE PUEDES salir bien librada de estas situaciones, que eres capaz de vencer algunos obstáculos y no al revés.
Lo importante es no quedarse en el mismo círculo de aflicciones y tensiones, es bueno romper y salir. Recuerda que siempre, siempre hay una salida a tu medida, solo búscalo y atrévete a romper tus rutinas, tus malos hábitos y por sobre todo tus miedos. Relájate, respira profundo y cree más en ti.
Un energético abrazo y nos vemos pronto.
Lourdes Irene,
Life Coach & Editora
www.paratimujerhoy.com